Como habréis leído en mis anteriores entradas, el aloe vera
está muy presente en mi vida.
Por Internet es muy fácil encontrar los beneficios del aloe
vera; así que yo no me voy a dedicar a repetir lo mismo. Os voy a comentar para
qué lo utilizo yo, y si lo utilizo obviamente es porque me da buenos
resultados.
En el cabello utilizo el aloe para dos cosas: con el cabello húmedo me lo aplico como el mejor de los fijadores, no se mueve ni un pelo en todo el
día. Lo utilizo para recogerme el pelo en una cola o un moño alto; la
apariencia que da es como la de haber utilizado gomina: fijación perfecta y muy
duradera, brillo, efecto mojado; para eliminarlo solo hay que cepillar un poco el pelo. Y también utilizo el aloe en el cabello como
mascarilla hidratante mezclándolo con aceite de almendras dulces y un poco de
henna (para dar brillos rojizos). Esta mascarilla me la aplico un par de horas antes de lavarme el pelo con
mi champú habitual (consulta mi anterior post para ver detalladamente todos los
cuidados que le doy a mi cabello).
En la cara me lo aplico todas las noches antes de irme a
dormir con la piel un poco húmeda para que sea más fácil de aplicar.
Me da
mucha rabia no haber conocido el aloe en mi época más joven pues estoy segura
de que habría sido el remedio perfecto para el acné. Tuve muchísimo acné y me
dejó muchísimas cicatrices. Esta foto es de las Navidades de 2010; como véis: acné, manchas, cicatrices... y todo ello muy difuminado porque en esta foto estaba maquillada. Después de varios años utilizando el aloe puedo
asegurar que es cierto que el aloe sirve para eliminar las cicatrices, pero hay
que ser muy constante y paciente. Una vez al mes me salen dos o tres granos,
anunciando los “días de mujer” pero estos granos ya no me dejan ninguna
cicatriz, desaparecen sin dejar rastro.
También se dice que el aloe es muy
bueno para evitar las arrugas prematuras y las manchas en la piel. Yo soy
bastante joven y por lo tanto no puedo aseguraros de que sea cierto. Pero si me
comparo con mis amigas y otras mujeres de mi edad puedo comprobar que algunas
de ellas tienen ya algunas marcas típicas de la edad y a mí aún no se me notan. Aquí tenéis una fotografía mía actual. Con muy pocas cicatrices y no llevo absolutamente nada de maquillaje.
En la actualidad no utilizo ningún tipo de crema ni me aplico nada en la cara que no sea aloe. No suelo maquillarme mucho pero cuando lo hago sólo me doy un poco de color en los ojos, jamás me aplico nada en el resto de la cara.
En la piel utilizo utilizo el aloe vera para moratones, quemaduras y pequeñas
heridas. Trabajo en un bar así que raro es el día que no me dé un golpe, me
corte con un cuchillo o me queme en un descuido con la cafetera. He tenido la
suerte de que jamás me he hecho una herida importante pero estos pequeños
percances que tengo en el bar siempre los cuido con aloe vera y jamás me han
dejado cicatriz.
También lo utilizo como protector solar. Pero si por un
descuido llego a quemarme, me resulta muy útil para calmar la piel, reduce
mucho el dolor y picor típico de las picaduras solares. Hablando de picaduras…
también es muy efectivo para las picaduras de insectos.
El aloe vera también es un ingrediente esencial en la
mayoría de mis jabones caseros.
Ciertos estudios han demostrado que el aloe penetra en la
piel cuatro veces más rápido que el agua. Así, si estáis enamorados de alguna
crema o producto y no queréis dejar de usarlo a cambio de aloe lo que podéis
hacer es mezclarlo; para mí la mejor forma es aplicando primero el aloe sobre
la piel húmeda y después la crema hidrante antes de que la piel absorba el aloe.
Por un lado obtendréis los beneficios del aloe y por el otro vuestra piel
absorberá mucho más rápido y mejor las propiedades de vuestra crema favorita.
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